Cuando acercamos a la cabeza las expresiones plantas de ornato, nos viene a la memoria imágenes de jardines bellísimos llenos de flores, arbustos y árboles o de alguna caminata que hicimos por medio de un bosque alpino, un paisaje tropical, un paisaje desértico y nos percatamos de la enorme diversidad de plantas que ya están en el Mundo, no solo en la extensión de la tierra, sino además dentro del mar.

Las plantas son seres vivos que nos han acompañado durante nuestra vida, brindándonos alimento, cobijo, salud, hermosura, paz, instantes contemplativos, alegría, vida; como símbolos religiosos, de victorias, de poderío, nobleza, etc.
Los Romanos desarrollaron un jardín acondicionado al desempeño de la vivienda realizando imitaciones silvestres dentro de las casas y más adelante evolucionando en amplios parques públicos. En lo que tiene relación a los jardines islámicos estos están planeados y construidos con formas geométricas, comenzando por los patios en forma cuadrado, una fuente al centro en forma circular y todo lo mencionado cubierto por árboles y plantas. Los jardines eran libres, con arcos ovales. En su grupo eran sitios que proporcionaban sombra y frescor, teniendo un contraste de luz y sombras.

Por otro lado, la estabilidad entre el volúmen con limite de la tierra y la parte aérea del árbol solo puede seguir estando por medio de la poda sistemática. Pero una poda, si está de manera correcta realizada, no representa en absoluto una mutilación para el árbol. En la miniaturización del árbol no se trabaja modificación alguna del patrimonio genético puesto que sigue dando frutos de tamaño habitual. Para un Bonsái, que vive en un volúmen con limite de tierra y expuesto a condiciones anómalos, la carencia de agua se hace instantaneamente dramática y su exceso además tiene graves secuelas. La provisión de agua se ejecuta por riego, por rociado o por pulverización sobre el follaje para sostener un ámbito húmedo. Lo mejor es regarlos con agua de lluvia o de mesa a temperatura ámbito (templada). El riego es una cuestión de sensibilidad y de relación con la planta; hay que estar habituado a sentir cuáles son las pretenciones de cada una en especial y hallar el justo equilibrio. La luz pertence a las pretenciones prioritarias y varía de una clase a otra y hay que poseerlo presente. Algunos bonsáis necesitan sol y otros necesitan penumbra; ya que no soportan el sol directo, son plantas de exterior entonces jamás hay que intentar aclimatarlos como plantas de interior.